Me tumbo en el suelo, dejando que miles de plantas acaricien mi piel. Respiro ese dulce aroma a libertad. Tengo los ojos cerrados, y la mente en blanco. Entonces noto una gotita de agua en mi mejilla. Poco a poco abro los ojos, y veo que el cielo está nublado... Está empezando a llover. Sonrió al recordar aquellos momentos... Aquella tarde tan especial.
Nosotros, tres amigos dando vueltas por la ciudad inundada. Las calles vacías, pero algunas tiendas abiertas. Las competiciones en los juegos recreativos. Él bailando en medio de la calle, bajo la lluvia, para hacerla sonreír. La primera vez que entré en aquella casa. Aquellos preciosos gatos, los muebles de madera, y una vocecita que venia de el salón gritando: TAAATO... Aquella increíble tarde en la que olvidé todos mis problemas. Aquella tarde en que me limité a disfrutar como una enana con ellos. La única tarde en 3 años, que te olvidé por completo. Una tarde en la que me sentí en familia, como no me sentía desde hacia ya muchos años. Aquella tarde que me demostró que puedo vivir sin tí. Aquella tarde que me demostró quienes valen la pena. Tú, desde luego no eres uno de ellos.
2 comentarios:
Hola amiga, me encontré con tu Blog...
Tienes una hermosa forma de expresar tu sentir. Me encanta tu forma de escribir... logras transmitir en cada una de ellas mucho sentimiento...
Espero publiques muy pronto de nuevo!!
Ten mando un beso y un fuerte Abrazo!!!
Muuuchas Gracias! ;D hahhaha me ha alegrado mucho tu comentario! pensé que nadie seguiría mi blog... incluso me llegué a plantear borrarlo! Pero ahora que sé que a alguien le gusta como escribo, no me rendiré!
Besoss!
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