Abro los ojos. Estoy asustada, y por mi mejilla resbala una lagrima. ¿A que a venido ese estúpido sueño? Miro el reloj, las 4:30 de la mañana. Me levanto y voy al lavabo. Me lavo la cara con agua fría y me siento en el suelo. Poco a poco revivo ese horrible sueño...
Me abro paso entre la gente histérica. Y el mundo se me viene encima al ver quien es el que está tumbado en el suelo con los ojos abiertos, mirando el cielo. Yo lo cojo y pongo su cabeza en mi regazo y sin poder evitar-lo me echo a llorar. Mis lágrimas le mojan la cara, pero él no se queja. No dice nada. Tan solo mira el cielo. Cojo su cara entre mis manos y pongo mis ojos ante los suyos. Le grito. Le grito para que me oiga. Para que esté donde esté oiga mi voz y regrese con migo. Para que me mire y me llame princesita rubia. Para que nos peleemos un millón de veces más, como dos críos. Para que me vuelva a tratar como a una hermana pequeña... Porque sé que aún quedan 1000 días de lluvia junto a él. Porque me niego a perderlo.
Le grito sin parar para que no se vaya para siempre. Para que no abandone a los que lo queremos.
1 comentario:
Y esto?¡ que todavía vas a negar la obviedad?¡
me gusta mucho aunque a la vez me pone triste!! Te quiero y ya sabes lo que opino al respecto ^^
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