Me apoyo en la repisa de la ventana, y cierro los ojos. Noto como los rayos del Sol acarician mi piel pálida, y también noto esa fresca brisa que susurra mi nombre para que la escuche. Cierro la ventana. Me siento en el escritorio y paso las fotos que hice ayer... Cuando sale una foto mía en la que estoy en el suelo, llena de barro, y con una enorme sonrisa. Una vez más no puedo evitar reírme al recordar aquel momento, y no puedo evitar sonrojarme al pensar en el fotógrafo.
Voy andando por la calle, pensando en mis cosas... Entonces yo, la más patosa del mundo, me encuentro de caras con un chico. Al intentar esquivarlo doy un traspié y me caigo de culos al suelo. Él me mira preocupado, entonces yo suelto una carcajada. Él tambien ríe y me ayuda a lebantarme:
- ¿Estas bien? ¿Te has echo daño?
- ¿Sabes que esa es la pregunta mas tonta que existe? hahaha Me duele el culo, pero estoy bien. Soy un pelín patosa y estoy acostumbrada...- Digo con una gran sonrisa.
Él se sonroja y sonríe. Tiene una preciosa sonrisa.
- ¿Y cómo te llamas, patosilla?
- Abril. ¿Tú?
- Bruno.
- Encantada. Bueno... ya nos veremos.
Los dos echamos a andar hacia la misma dirección. Esa sensación de que quedas como una tonta, al despedirte y luego escoger los dos el mismo camino.
- ¿Por casualidad no irás hacia el río?
- Sí... ¿Tú también?
- ¿Qué te parece si vamos juntos? Alguien tiene que cuidarte para que no te caigas.- Dice mientras me guiña un ojo.
- Cállate y anda.
Después de 10 minutos, ya hemos llegado. Yo saco mi cámara y él me mira.
- ¿Te apetece hacer de modelo?- Le digo con una sonrisa pícara.
- Uf... nunca salgo bien en las fotos.
- Bohh... no te preocupes, eso es porque nunca te he hecho yo las fotos.
Lo enfoco con la cámara, lo que me da la escusa perfecta para analizarlo. Pelo negro, ojos marrones oscuros, sonrisa ideal, cuando está nervioso la comisura de su labio se tuerce mostrando una tímida sonrisa.
- ¿Sabes que es lo peor que puedes hacerle a una fotógrafa tan profesional como yo? Sonreír falsamente para la foto. Las mejores sonrisas, son las de verdad... Así que ríete de lo patosa que llego a ser.
Aprieto el botón de mi cámara. Perfecto. Sigo haciéndole fotos... Me acerco, me alejo... Y entonces Abril la patosa vuelve a caerse. EN EL BARRO. Bruno se acerca corriendo hacia mi para comprobar si estoy bien. Entonces, empiezo a reírme... Él coge mi cámara y saca una foto mientras dice:
- ¡Sonríe!
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